Just Jazz

Tronaban las nubes sobre el Colt-Train y en la 44 con la
8ª Avenida el asfalto hervía con las cuerdas de agua que
caían del cielo. Tras un mes de ensayos maratonianos, el
quinteto había logrado al fin una actuación. No fue tarea
fácil hasta que el orangután que reinaba en el club se dejó
regalar varios cigarros de Cannabis de la pitillera
personal del baterista.
Con una entrada frenética del saxo alto secundada por el
tenor comenzó la noche. El olor a whisky que emanaba
de los poros del pianista se juntaba con el humo negro
del tabaco del trompeta y se unían al bochorno pestilente
que flotaba encima del escenario. Habitualmente el
delicado tejido hilado por cada instrumento acababa
disuelto en aquel humus agrio pero gracias a las cartas
que en ese momento tenía de mano El Destino, esta
noche sería diferente a las otras.
Valentine estaba allí. Apoyada contra la barra mientras le
hacía el amor a una tónica con ginebra el tempo logró
detenerse. Las notas que salían de la campana del tenor
revolotearon alrededor del mib tenuto de la trompeta,
impulsándose con el charles de la batería para lograr
llegar hasta sus impresionantes curvas. Los arpegios se
deslizaban entre sus hombros mutando a medida que
descendían… IIIm7, VI7, II7, V7. Las terceras se
volvieron cuartas al llegar a la altura de sus caderas y
unas pulgadas más abajo la cadencia se tornó en éxtasis
de séptimas, que ahora sí subieron al cielo para
permanecer ahí hasta que el camarero sirvió el último
whisky y el piano dejó de vibrar.
Autor: Joseph Louis Shoemaker /Mike

John Coltrane era tan bueno que hasta sacaba ballenas de su campana

Keyboard Cat

Imagina que te dedicas a hacer el canelo en casa, y te graban, y te caes.

O que te crees Aretha Franklin, y te graban, y te caes.

O que estás rodando una película, y te enfadas, y toma falsa al canto (aunque no te caigas)…..

Ahora imaginad que el fondo musical de tan ruinoso momento lo pone un gato….músico……y no digo más, porque esto es……¡KEYBOARD CAT!

Crecepelo de plastilina

Para todos aquellos que estén hartos de crecepelos milagrosos y creen que un peluquín está muy demodé.